6 de mayo de 2012

LA VOZ DE LOS PADRES

TEXTOS PARA EL TIEMPO PASCUAL
Domingo 5º de Pascua (Año B)

De los Sermones del beato Isaac, abad de Stella
Así como la cabeza y el cuerpo forman un solo hombre, así también el Hijo de la Virgen y sus miembros elegidos forman un solo hombre y un solo Hijo del hombre. Dice la Escritura: el Cristo íntegro y total, lo forman la cabeza y el cuerpo, ya que todos los miembros juntos forman un solo cuerpo, el cual, junto con la cabeza, constituye un solo Hijo del hombre, un solo Hijo de Dios por su unión con el Hijo de Dios en persona, y a su vez, con Dios es él mismo un solo Dios.

Por lo tanto, todo el cuerpo unido a la cabeza es Hijo del hombre e Hijo de Dios, e incluso Dios. Por eso dice Jesús: «Quiero, Padre, que sean uno como nosotros somos uno».