TEXTOS PARA EL TIEMPO ORDINARIO
Domingo 33º del Tiempo Ordinario
San Juan Crisóstomo, Sobre el diablo tentador 2,5
¡No te fíes de tu juventud, ni vayas a pensar que tendrás largo tiempo de vida! «El día del Señor vendrá como un ladrón». Nos dejó Dios incierto el día de la muerte para que constantemente pongamos cuidado y empeño. ¿No ves a muchos cómo cada día arrebata una muerte prematura? Pues por tal motivo amonesta cierto varón: «No tardes en convertirte al Señor y no lo dejes de un día para otro» (Ecl 5,8), no sea que mientras andas perezoso llegue tu fin. Usemos de semejante exhortación para los ancianos, adoctrinemos con esta advertencia a los jóvenes. Pero es que te encuentras seguro y abundas en riquezas y redundas en dineros y ningún mal te ha sobrevenido. Pues escucha lo que dice Pablo: «Cuando digan paz, tranquilidad, entonces les llegará repentinamente la muerte». Las cosas humanas están sujetas a mil vicisitudes y cambios. No está la muerte en nuestro poder, pero la virtud está en nuestra mano y benigno es nuestro Señor Jesucristo.