3 de abril de 2011

LA VOZ DE LOS PADRES

TEXTOS PARA LA CUARESMA
Domingo 4º de Cuaresma

Tratado 34,8-9 sobre el evangelio según san Juan, de san Agustín, obispo
El Señor dijo con pocas palabras: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no camina a oscuras, sino que tiene la luz de la vida, y con estas palabras una cosa es la que nos mandó, y otra distinta la que nos prometió. Hacemos lo que nos mandó, para no desear desvergonzadamente lo que nos prometió, no fuera que cuando nos juzgue nos diga: «¿Ya has hecho lo que mandé, para desear lo que prometí?» «¿Qué fue, pues, lo que mandaste, Señor Dios nuestro?». Te dice: «Que me siguieras». Has pedido un consejo de vida. ¿De qué vida sino de aquella de la que ha sido dicho: «En ti está la fuente de la vida?».

Hagámoslo, pues, siguamos al Señor, destruyamos los grilletes que nos privan de seguirlo. ¿Y habría un hombre idóneo para desanudar estos nudos si no es con la ayuda de aquel al que se ha dicho: «Tú me rompes las cadenas?». De este mismo dice otro salmo: «El Señor liberta a los cautivos, el Señor endereza a los vencidos». ¿Y qué es lo que siguen estos liberados y estos enderezados si no es la luz de la que escuchan: «Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no camina a oscuras?». El Señor ilumina los ciegos. Sólo nos veremos iluminados, hermanos, si tenemos el colirio de la fe. Porque Cristo amasó primero la tierra con saliva para ungir al ciego de nacimiento.

De los himnos de san Efrén, Diálogo con Dios
Vuélveme hacia tu enseñanza
pues yo he buscado alejarme
y he visto mi empobrecimiento.
Si, el alma no se puede enriquecer
sino en el diálogo contigo.

Siempre que yo he meditado sobre Ti,
de Ti, yo he recibido un verdadero tesoro;
y todo lo que yo he meditado sobre Ti
viniendo de Ti, ¡raudales han brotado:
para mí, sin medio de detenerlo!
Tu fuente, ¡que ella sea alabada!
esta fuente escapa, Señor,
a quien no tiene sed de Ti.
La sala de tu tesoro está vacía
para la persona que te rechaza.
Es el amor el tesorero
de la sala del tesoro celestial.